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Los zapatos tendencia en 2024 son planos y formales: adiós, tacones; hola, comodidad sofisticada

Por María José Pérez - 30 de diciembre de 2023 - moda

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Las pasarelas, las tiendas y los looks de street style parecen haber renunciado de manera definitiva a las alturas peligrosas de determinados tipos de tacón para encontrar en mocasines, bailarinas y Mary-Janes la alternativa cómoda y sofisticada a los centímetros que te elevan (demasiado) del suelo.

Si entre las tendencias de 2024 va a destacar, y mucho, el concepto de feminidad en general y de burguesa en particular, ¿cómo es posible que los zapatos de tacón y los salones más clásicos estén en un segundo plano? Pues lo es. Básicamente porque nadie ha dicho que haya que coger los códigos tradicionales sin darles ni siquiera una segunda pensada: se trata de actualizar lo que ya funciona para adaptarlo al aquí y ahora, y uno de los modos en los que esta renovación comedida se plasma en es el rescate de zapatos clásicos y cómodos como las bailarinas, las Mary-Janes y los mocasines

Lo de los mocasines te sonará a éxito del pasado: ya llevamos varias temporadas a la espalda en la que han ido ganando más y más popularidad gracias, entre otras cosas, a la reedición que firmas como Prada realizó en su momento, sacándolo de esa estética old money (cuando esto sucedió, costaba ver cómo iba a triunfar la microtendencia en redes sociales) para acercarlo a algo más urbano. La silueta contundente caló y las versiones empezaron a multiplicarse hasta que no quedó tienda sin tener su versión de los mocasines chunky que, a día de hoy, siguen copando las imágenes cenitales que llenan Instagram y Pinterest. Y ahí seguirán esos y otros de perfil un poco más comedido, ya que tanto el desfile de otoño-invierno 2023/2024 como el de primavera-verano 2024 de Miu Miu tienen sus propias declinaciones de este zapato, que a ratos se acerca más a los náuticos masculinos. ¿Lo importante? Planos, clásicos y asociados a la elegancia normativa.

Lo mismo pasa con las bailarinas y las merceditas o Mary-Janes, para quienes prefieran el término anglosajón. El furor por las segundas parece haber explotado esta temporada, a pesar de que Carel y Alexa Chung lleven años intentando convencer al mundo de las bondades de estos zapatos con una o dos pulseras y un tacón sensatísimo que se puede aguantar todo el día. Tampoco ha quedado tienda sin tener una versión casi calcada de ellos, especialmente en su formato negro, rojo y burdeos, pero es que más allá de la tendencia fugaz de la temporada, resumen muy bien por dónde va a ir el sentir estético en 2024: por el de una feminidad y elegancia normativas que puede adquirir diferentes matices que vayan del preppy a lo naíf. 

La afirmación no es solo una idea al aire: los datos de lo visto en pasarela acompañan. Según el informe de temporada de Tagwalk, los zapatos Mary-Jane se han visto un 104% más que en las colecciones del verano anterior, mientras que las bailarinas, un 198% más. "En la colección de primavera-verano 2024 de Chanel, más del 50% eran bailarinas, mientras que en Marni eran el 40%", ponen como ejemplo en la compañía. Ninguna sorpresa, al menos, si se tiene en cuenta que el zapato entra dentro de la propuesta estética dominante y que, para colmo, es uno de los curiosos representantes de las tendencias de los 2000 y 2010, que han resultado ser absolutamente populares en los últimos años. 

Hasta ahí, todo en orden: queremos zapatos planos y sofisticados. Pero ¿y qué pasa con las zapatillas deportivas? ¿Dónde van a quedar todas esas sneakers que tan populares se han vuelto? De momento, en un segundo o tercer plano, quizás junto con los zapatos de tacón: su popularidad ha ido bajando temporada tras temporada, y aunque en las colecciones de primavera-verano 2024 hay más zapatillas que en las de otoño-invierno 2023/2024, lo cierto es que ocupan menos espacio que el resto de zapatos. En pasarela, claro, porque las microtendencias derivadas de estilismos virales y de colaboraciones van por otros derroteros.